A pesar de haber salvado miles de vidas en el mundo, cuanto daño ha hecho el Clamoxyl. Con esta marca comercial se da nombre al antibiótico amoxicilina, es junto al Ardine las dos marcas más conocidas en España de este antibiótico betalactámico. A su favor hay que decir muchas cosas buenas, de forma resumida diremos que es el antibiótico más común en Europa y probablemente en el mundo. Desde el descubrimiento de la penicilina por Fleming, las enfermedades infecciosas han podido combatirse con éxito, y la amoxicilina desde hace años ha sido una gran amiga en esta batalla. Las bacterias son las únicas víctimas de los antibióticos, las destruyen o evitan que puedan multiplicarse, permitiendo que el sistema inmune acabe por eliminarlas. Todas las enfermedades de origen bacteriano pueden ser tratadas con ellos: las habituales amigdalitis, bronquitis, las peligrosas neumonías, tuberculosis, meningitis,las infecciones urinarias, etc.
Son tan importantes sus beneficios que llevan años usadose con mucho éxito. Pero apareció un problema inesperado, las bacterias se multiplican con tanta rapidez que algunas espontáneamente fueron capaces de vivir y multiplicarse en presencia de los antibióticos. Es lo que llamamos resistencia a los antibióticos. Si los tratamientos se toman correctamente, en la dosis indicada y durante el tiempo necesario, es muy difícil que estas bacterias «malas» sobrevivan y puedan transmitírse de una persona a otra. Si por el contrario la persona se toma mal el antibiótico: se salta dosis o solo lo toma durante pocos días, la bacteria resistente se selecciona espontáneamente y no solo puede generar una infección difícilmente curable en esa persona, sino que puede trasmitirla a otra persona próxima. Pero el mecanismo del contagio es imparable y puede trasmitirse a decenas, cientos o miles de personas y todas van a tener la dificultad de tratar esa infección, especialmente los más débiles. La solidaridad llega hasta estos niveles, cuando me recetan un tratamiento antibiótico, mi cumplimiento va a influir en todas las personas que me rodean en la comunidad. Cumplir el tratamiento me beneficia a mí y a todas las demás personas también.
Me estoy enrollando mucho para llegar a la conclusión que da título al artículo, pero sigamos. España es el pais de europa que tiene los mayores índices de bacterias resistentes, con el peligro que ello supone. Durante los años 80 era muy habitual que el médico recetara Clamoxyl para tratar catarros, resfriados y gripes. Enfermedades causadas por virus que como actualmente sabemos no se pueden curar con antibióticos. Estas enfermedades son autolimitadas, quiere decir que en pocos días se curan solas y solo podemos tratar sus síntomas. Como uno se curaba pronto, abandonaba el tratamiento y además le recomendaba el tratamiento al amigo porque le había ido bien. Se creaba así una cadena «maligna» de información por el boca a boca que todavía ha llegado a nuestros días. Todavía 30 años después oímos que se recomienda «tómate un clamoxyl que en 2 ó 3 días estas curado».
Con estas palabras he intentado explicar brevemente el fundamento de las campañas de uso racional de los antibióticos: cumpla los tratamientos siempre, no se automedique porque no se dispensan sin receta médica, no los use en resfriados ni gripes salvo que se los prescriba su médico.
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H63ZkTxR - 18/01/2023 00:01