Para llevar a cabo esta investigación, se entrevistaron a más de 500.000 personas de más de 70 países desarrollados y en proceso de desarrollo.
En la investigación se comprobó que la incorporación de las malas noticias se relacionaba con la depresión, en cambio las personas que consiguen descartarlas ven el futuro de manera más prometedora y aunque no sea realista las hace más felices. La tendencia a descartar las malas noticias es propio de niños, adolescentes y ancianos pero no de adultos.
Los expertos nos recuerdan que las personas felices viven más.
La adolescencia y la vejez son las épocas en las que se es más feliz.
La adolescencia y la vejez son las épocas en las que las personas se sienten más felices, mientras que cuando se llega a la edad de los 40 años es cuando experimentan un descenso de la felicidad, la llamada "crisis de la mediana edad".Así ha quedado demostrado por un equipo de investigadores de la Universidad College de Londres . Durante la juventud los grados de la felicidad son muy elevados y van decayendo "sostenidamente" hasta llegar a su punto "más bajo" cuando se llega a los 40 años. No obstante, a partir de ahí, la felicidad va mejorando conforme se envejece. Así, han mostrado que estos patrones de felicidad no dependen del lugar en el que se haya nacido, ni del estado civil, la educación, el empleo o los ingresos.